lunes, 31 de enero de 2022

Suicidio.

 Casi cada día de mi vida, y no sabría afirmar con certeza desde cuándo, estoy en guerra.

Mi enemiga me conoce mejor que nadie, mi enemiga conoce cada uno de mis puntos débiles, así que parece sencillo concluir que estoy destinada a perder.

Así que cada día pierdo, y me pierdo.

Cada día encontrando nuevas formas de hacerme entender que carece de sentido.

En mi vida, ella controla mis emociones, y tiene un retorcido gusto.

Así que las araña con fuerza casi cada día, la mitad del tiempo me pregunto que me ayuda a luchar y a seguir peleando con mis manos desnudas contra ésta implacable enemiga.

Hay quien no se cree que exista, hay quien simplemente la cree inofensiva. Yo no puedo más que alegrarme porque no conozcan la agonía de sus fauces.

Ella me dice que muera. Ella me da innumerables motivos. Ella me enseña mis heridas. 

Morir parece dulce hablando con ella. Apetecible descanso. Apacible como quedarse dormido mientras el sol te calienta el rostro un día de primavera. 

Lo siento, de verdad creo que intento seguir luchando pero la realidad no tiene siempre finales dignos de película.

Lo siento.

María, siento no poder quererte más, siento no poder cuidarte mejor, siento no ser capaz de ayudarte a sentirte mejor, siento no ser capaz de levantarte todos los días. Sí que creo que mereces amor, sí que creo que mereces ayuda, sí que creo que mereces una oportunidad mejor, pero lo siento, no sé si pueda conseguirte nada de eso. Oraré por ti, querida mía.


1 comentario:

  1. Espero que la gente de tu alrededor conozca este blogspot y se preocupen por entenderte y analizarte como lo haces contigo misma.

    He llegado al blog desde un perfil en AdoptaUnTío porque la mente que había detrás del texto me interesaba profundamente. Pero no esperaba encontrar esto.

    Mucho ánimo. No creo que nuestras vidas se crucen más allá de este comentario perdido en la Red, pero me gustaría transmitirte que no estás sola.

    ResponderEliminar